sábado, 5 de septiembre de 2009

Sirven más que ornamentar.


Estamos acostumbrados a recibir (sobre todo las mujeres) arreglos florales y también una planta que le sirve para adornar un rincón o esquina de su hogar. La miramos como eso: adorno.
También ellas pueden prestarnos una ayuda del tipo medicinal.
Aquí algunos ejemplos:
Gomero: Para dolores musculares u óseos (con hojas de nogal).
Tilo: Para primeros síntomas de resfrío.
Quillay: Lavar el pelo y bronquitis.
Pingo-Pingo: Para problemas urinarios y estomacales.
Peumo: Para reumatismo e hipertensión arterial.
Palqui: Para fiebre y problemas de la piel.
Rosa: Para el sistema digestivo.
Aloe vera: Para evitar estreñimiento y cicatrizar.
La civilización egipcia y otras (aztecas, mayas, etc.) utilizaron y dieron mucha importancia al uso del triángulo para mantener alimentos, cuerpos, etc. a largo plazo.
Las pirámides construidas por ellos son claro ejemplo de su importancia.
En el mundo tibetano también lo usan pero con palabras. Así van entregando y recibiendo sus beneficios. Ellos utilizan tres palabras: Om, Ha y Hum.
Om es potencia, es inteligencia es el brazo fuerte.
Ha es la acción, la palabra, el verbo.
Hum es el cariño, el afecto, el amor, el corazón.
Vamos a lo práctico en nuestra vida.
Toma tus macetas, previamente lávese las manos, entregue agua (riéguela), con un trozo de madera (palo) perfore con ella en tres puntos de la maceta (tierra) y pronuncie las palabras anteriores (Om – Ha – Hum). Con este proceso estamos ayudando a la planta a respirar por sus raíces, alimentamos su energía interna.



Hay un proceso de experimentación para aplicar algunos alimentos en determinadas dolencias:
Lentejas cáncer, hepatitis B y C.
Espinacas rabia y ántrax.
Maíz diabetes, heridas, herpes, hepatitis, problemas intestinales, cáncer, fibrosis cística.
Arroz Cáncer, hepatitis B y C, herpes, problemas intestinales.
Tabaco hepatitis, linfomas, virus de Norwalk.
Patatas hepatitis, virus de Norwalk, Escherichia coli.

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