martes, 8 de septiembre de 2009

Puede ser que el remedio esté en tu hogar.


Cada vez que me toca observar el tema de un hogar, visitar una familia, les comento: “En su casa están los remedios para su mejor estar, su propio bien-estar”. Por supuesto que los rostros se cambian ante tal aseveración.
Esta, mi propuesta, es invitarles y animarles a encontrar en su propio medio social donde habitan, aquellas cosas, aspectos, fortalezas que tienen muy cerca y que muchas veces no las vemos.
Comenzamos por:
- Tu jardín (si es de casa, departamento o bien es parte de una plazoleta o plaza). Allí hay tierra, pasto (verde o seco), arbustos, hierbas (raíces también). La tierra tiene algunos minerales presentes, algunas piedras y arena. Cada uno de estos elementos nos ayudan a estar mejor. El suelo o ese pedazo de tierra debe tener buen drenaje. Los productos que puedas sacar de allí pueden ser de extraordinario aporte a tu grupo social con el cual convives.
- El pasto lo aprovechas para caminar y regando de manera asperjada. El caminar te trae fortaleza a tus órganos internos pues afirmas o potencias las terminaciones nerviosas que están ubicadas en tus pies. El regar de aquella forma te entrega varios beneficios (calidad respiratoria, se alejan las alergias, mejor concentración y/o memoria, relajación, etc.). Debo agregar a esto la siguiente observación: “Cuando nuestros hermanos menores, las mascotas, se sienten con problemas de salud, se acercan a comer pasto para aliviar su molestia”.
- Las hierbas están allí porque fueron puestas por una persona o salen de manera natural. La tradición popular dice: “si a tu casa llega una hierba, déjala allí, no la saques, es para ti”.
- Los arbustos sirven para adornar, formar una división territorial, como abono para su tierra con sus hojas que se desprenden de el.
- Si te decides ahora a mejorar tu espacio tan cerca de ti, te sugiero lo siguiente: Divide tu terreno en dos partes, en una de ellas colocas plantas medicinales (albahaca, romero, menta, malva, cedrón, etc.) y en la otra comestibles (lechuga, apio, porotos verdes, etc.).
- Los árboles de mi acera o plazoleta: Ellos normalmente son acacias (su flor me ayuda como astringente para la piel, su tumor que aparece a veces, me ayuda a bajar el nivel de colesterol, sus hojas me ayudan a bajar la intensidad molestosa que provoca una picadura de zancudo por ejemplo, etc.); limones (sus hojas me ayudan a conciliar el sueño por un elemento que trabaja como un somnífero, además de sus frutos, etc.); duraznos (sus hojas me ayudan a evitar molestias intestinales o la producción de gases y se beben maceradas con agua caliente, además de sus frutos); etc.
Debo agregar que nuestras plantas tienen varios principios químicos a considerar: vitaminas, minerales, flavonoides, taninos, alcaloides, ácidos grasos esenciales, entre otros.

No hay comentarios: