sábado, 1 de noviembre de 2008

Acompañemos a niñas y niños.


La presencia de los niños en el mundo son una gran posibilidad de ir cambiando esquemas mentales que tenemos hoy. Con ellos podemos, sobre todo en Chile, ir estableciendo mejores relaciones humanas.
Este fin de semana tuve la oportunidad de presenciar una revista de gimnasia, organizada por la Escuela de Lenguaje “Mi Familia” ubicada en Maipú.
Allí los chicos entre los 3 y 5 añitos, mostraron sus logros motrices a través de varios movimientos corpóreos, orientados por sus educadoras y asistentes (apoderados colaboradores).
Durante la presentación, la animadora hizo referencia a los tres YO:
Yo y mi cuerpo.
Yo y los objetos.
Yo y los demás.
Es una tarea que tanto la familia como la escuela deben hacer practicar en sus hijas e hijos de aquellas edades antes mencionadas.
Yo y mi cuerpo. Importante para una niña que va creciendo y a la vez tomando conciencia de sus propias habilidades.
Yo y los objetos. Aquí las extremidades superiores vienen a despertar el conocimiento de varias texturas y formas.
Yo y los demás. En esta etapa se conjugan tanto mis descubrimientos (como niño/a) que me hacen importante y además el saber que hay personas que viven y juegan conmigo (como niña/o).
Algunas sugerencias para usted que habita con niños y niñas:
1. Comparta sus juegos.
2. Aplauda sus logros.
3. Anime cada movimiento realizado por ella y/o él.
4. Presente distintos objetos con varias texturas y colores.
5. Hable bien (module) con ellas y/o ellos.

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