domingo, 2 de noviembre de 2008

¡Yo mujer! Quiero estar mejor.


Este día sábado 1 de noviembre, ha sido muy provechoso para mi persona. En este día me abrieron las puertas de sus hogares, dos mujeres que desean sentirse mucho mejor de lo que están.
Una de ellas se dializa, es decir, tres veces a la semana se conecta a una máquina para que le limpie su cuerpo haciendo las veces del riñón si estuviera normalmente viviendo.

Es una joven mujer encantadora que vive junto a su mamá en la comuna de Estación Central.
Producto de aquella realidad, se le producen (como dicen en Chile) unos bajones en la espera de que aparezca un riñón. Aquel concepto le pedí que lo cambiara por el siguiente: “llama el riñón”.
Cuando cualquier persona se queda esperando algo que llegue, pueden pasar días, semanas, meses y/o años. Cuando una persona llama algo aquello llega más pronto.
Es un ejercicio que te animo a ti a experimentar a diario como se lo pedí a esta hermosa mujer. Además de unos ejercicios de visualización y de programación neurolingüística.
La otra mujer vive en la comuna de Pudahuel. Tiene conflictos con su pecho y, como mucha gente, le da importancia a las molestias que le acarrea su situación física (dolor), quedándose en la observación del medio vaso vacío y no el medio vaso lleno. Tiene el apoyo de su hijas, de sus nietas y de una mascota (perrita) que está pronto a ser mamá de unos cachorros hermosos. Además con la compañía de su esposo.
A ella le indiqué ejercicios motrices en su extremidad superior derecha (para la fortaleza de su musculatura tanto del brazo como de su pecho); varias verduras y frutas; dos hierbas para beber en infusiones; ejercicio físico para el resto de su cuerpo; entrelazar los lazos afectivos que se tienen en la familia y con los demás; continuar con su servicio a un grupo de ancianos y la oración diaria además del sacramento de la Eucaristía.
En resumen, dos mujeres que buscan y quieren más vida. Muy bien por ellas y muchas más.

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