Dialogando con una mujer muy bonita, me planteaba la siguiente aseveración: “Jaime, supe que nuestras células son como un universo en nuestro interior. Además que les puedo dar órdenes para que produzcan más células y yo estaré mejor”.
Si bien parece una idea algo rara (un universo en mi cuerpo) también tiene razón ya que nuestras células son más de cinco billones que componen este cuerpo que nos permite vivir algo mejor cada día.
A continuación haré más fácil la tarea para ustedes y para mí.
En nuestro ser corpóreo hay una serie de glándulas que tienen tareas específicas a desarrollar. La glándula pituitaria regula el sistema endocrino; la glándula pineal es un reloj que controla el envejecimiento; la tiroides produce la hormona tiroxina; el timo ayuda frente a la presencia de anticuerpos; las gónadas ayuda a la producción de estrógenos y progesterona (entre otras); la glándula suprarrenal produce adrenalina que ayuda al metabolismo; las glándulas de Leyding ayudan a la mantención de las funciones sexuales accesorias y secretan hormonas.
A todas ellas las puedes ayudar en su trabajo constante mandándoles cariño.
Te relajas, respiras de manera conciente (tomas conciencia de tu respiración), estás sentada(o) cómodamente, cierras tus ojos y comienzas a cada una de las glándulas antes nombradas a nombrarlas y enviarles mensajes de cariño. Esta etapa voy a evitar escribir las frases, pues debes crear tus propios mensajes cariñosos a cada glándula.
Se han realizado experiencias muy interesantes con esto y sus resultados son cada vez algo que sorprende. Sencillo y fácil. Hácelo ahora.
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