Escuchando una canción en los últimos días (Coincidir) me encuentro con la siguiente frase “Soy vecina de este mundo” y con una paciente que tiene, quizás, varias de las siguientes características similares a cualquier mujer de pleno siglo XXI y de América Latina:
a) Se siente con sobrepeso.
b) Miedo descontrolado.
c) Desconfiada.
d) Profesional en el mundo científico.
e) Estudiosa.
f) Dueña de casa.
g) Con alta tensión a diario.
Si usted recorre en su trabajo o en su lugar habitación, encontrará una mujer con estas características tan parecidas. Debemos asumir que la mujer hoy y ahora está con esta carga social que le demanda y que entrega con mucha afectividad lo que a otros les falta.
Esto conlleva tensión a nivel de la columna dorsal, molestias en alguna de sus extremidades y en medio del pecho, inflamaciones a nivel abdominal (colon) y dolor en su cabeza.
Ella manifestaba estas cosas y me decía: “¡qué puedo hacer para superarlo!”
Respiración pránica.
Caminar 40 cuadras diarias.
Comer ensalada de las paletas de las tunas (cocinadas a baño maría).
Beber infusiones de matico y sanguinaria.
En su trabajo, dejar cinco minutos para mover extremidades.
En su hogar, en silencio externo e interno, manifestar la sílaba Oooooommmmmmmmm.
Además ella tiene la ventaja de expresar fácilmente “Te amo”, “entrego y recibo constantemente en el último tiempo hermosas vibras”, “en mis momentos de oración, siento que puedo estar mirando desde el cielo” (“es que no encuentro otras palabras para decirlo”) me indicada la paciente. Estos son elementos que le facilitarán su proceso de recuperación tanto de su autoestima como también bajar algunos kilos de peso.
Parece que ella es vecina de este mundo que habitamos juntos.
sábado, 3 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario