En este ir y venir de personas que visito en sus hogares, me correspondió visitar otra familia que, al llegar a su hogar, me abrieron la puerta y luego del abrazo correspondiente, me dijo la dueña de casa: “estamos tristes”.
¡Vamos, desahógate! Le dije.
“Es que el sábado por la mañana un desgraciado me atropelló a mi gatita Tamy. La nana me avisó, fuimos a verla, su estado no era agradable verlo, le indiqué que fuera a buscar una toalla vieja, la tomamos y la trajimos al hogar nuestro (fue en la calle frente a su hogar el hecho ocurrido)”.
Puede ser que para algunas personas este relato, este hecho les provoque risa, sin embargo a las personas que tienen una mascota y son responsables de ella, el atropello de su animal resulta un quiebre no esperado.
En la década de los 60, las mascotas no eran muy bien aceptadas en los hogares, se sentía distancia con ellas, no había comida apropiada, vacunas ni veterinarios cerca del hogar, ni pensar en ropa.
Tengo un paciente que me cuenta: “Los fines de semana, me voy a la feria a vender ropa para mascotas, hay chaquetas, pijamas, gorros y más, ahora mi hermana está fabricando ropa con motivo de las fiestas patrias”. Este sencillo ejemplo, da la idea del cambio de vista que se tiene hoy de las mascotas.
Siguiendo el ejemplo de la gata Tamy, su dueña siguió después con la fabricación de su tumba, en esa tarea le ayudó su esposo. Pusieron el cuerpo de la gata y le echaron tierra. Luego una vela encendida por un rato indicaba el lugar de la tumba de Tamy, con unas flores que lo adornaban.
Su dueña derramó algunas lágrimas y la familia gatuna (tres familiares de Tamy) rondaban el lugar.
Para la especie humana este ejemplo le sirve en lo siguiente:
1. Requiere un rito para fortalecer una conducta que tiene por aceptada.
2. Manifestar una molestia o tristeza y no quedarse con ella sin expresión alguna.
3. El cuidado y respeto por las mascotas (ropa, vacunas, cariño, entierros con respeto, etc.).
4. Aceptar que las mascotas tienen algo que entregar, llámelo por instinto si quiere, ellas captan lo que le sucede al ser humano y hacen gestos solo porque quieren que su dueño esté mejor (ronroneo, pasan su lengua en señal de limpieza, saltan para avisar algo, ladran, etc.).
Con respecto al rito, muchos lo asocian con algo religioso y la verdad es que estamos a diario realizando ritos:
a. Al levantarnos.
b. Al desayunar.
c. Al subir en un autobús o carro del tren subterráneo.
d. Cuando llamamos por teléfono a otra persona.
e. Cuando preparamos una comida, etc.
Hay que vivir un duelo por una mascota.
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