martes, 4 de agosto de 2009

Un alimento tamásico.

En mi visita semanal a la feria, lugar social que me agradamucho visitar, me encontré con la siguiente historia:
"Tenía un caballo casero, me relata el vendedor de verduras, que era capaz de tirar 2 mil 400 kilos de carga. ¡Casero! era un animal que hasta las riendas me las despedazaba con su fuerza.
"El piñiñiento", como lo llamaba, venía y comía al lado mío hojas de betarragas y de zanahorias, con sus raices incluidas.
Era bajo el animal, pero con una fuerza potente. Los puentes en subida los hacía a paso tranquilo sin demostrar mucho esfuerzo.
Mi animal lo vendí para que tirara material en el borde del río Mapocho".
Comparto esta pequeña historia de feria, pues con este ejemplo nos podemos dar cuenta de:
1. El potencial que despierta la ingesta de raices en nuestra propia dieta;
2. La conección a tierra tan necesaria también para el ser humano (esto despierta y desarrolla la voluntad);
3. La relación interesante entre los hombres y los animales.
Desde el punto de vista ayurvédico, las raices representan el elemento tierra que se relaciona con Tamas. Las betarragas y las zanahorias son alimentos tamásicos. Estos elementos antes nombrados son de biotipo o dosha en sánscrito, del tipo kapha, tienden a trabajar en esas condiciones (la corteza y la raiz de una planta).
Debo aclarar también que el uso de estos alimentos es moderado. Hay otras alternativas de alimentación.

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