En una visita domiciliaria, me encontré con una familia en Barrancas (Provincia de San Antonio, Quinta Región de Chile). Luego de dialogar con varios integrantes allí reunidos, una mujer de aproximadamente 35 años dijo: ¡Tengo náuseas!
De inmediato los allí presentes respondieron casi a coro: ¡Estás embarazada!
Es una reacción ya casi natural frente a una manifestación oral de una mujer con edad fértil.
Sin embargo existen personas con tratamientos de quimioterapia que indican la misma sensación luego de una sesión de aquellas.
En investigaciones realizadas en el Centro Oncológico Integral de la Universidad de Míchigan demostraron el buen uso del jengibre para evitar estas molestias, sobre todo en mujeres con problemas relacionados con cáncer de mamas. Las dosis de jengibre variaban entre 0,5 y 1 gramo, reduciendo en un cuarenta por ciento las molestias.
También este producto que nos entrega la madre tierra nos ayuda a estimular el fuego digestivo, junto a otros elementos nos permite alejar los problemas respiratorios y se puede usar en sopas de verduras, en verduras frescas picadas y en pastas para aumentar el estado inmunológico.
Ante cualquier síntoma que se sienta aunque sea pequeño, lo mejor es prevenir y alimentarse buscando el equilibrio en nuestro cuerpo.
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