Hoy por la mañana me correspondió atender a una señora por unas dolencias específicas. Luego de su atención, le pedí que me mostrara su patio. Esto queda en la comuna de Calera de Tango.
Cuando llegué al lugar, el primer ser vivo que me recibió fue Sofía, me ladraba y ladraba pues se sentía con celos que llegara con su ama.
Una hora después, ya estaba mirándome por la ventana de la casa buscándome. A la media hora seguida, estaba tratando de acercarse, pero muy sigilosamente trataba de entablar una relación de amistad.
Mientras sacaba algunas fotos del lugar, ella se trataba de interponer para salir en la foto, hasta que le dije derechamente "Sofía, ¿quieres que te saque una foto?
Se detuvo y me quedó observando, ¡clic! una foto.
Luego abrió su hocico y me mostró sus dientes blancos, a lo cual le dije a su ama: "Señora, la Sofía me muestra sus dientes".
"¡Uy! qué cariñosa te pusiste con Jaime, ya le estás mostrando una sonrisa tuya, a ella le cuesta hacerlo con personas que no conoce y a tí es primera vez que te observa y ya te regaló una risa".
Esa sonrisa me costará olvidar por parte de una perra, en este caso de Sofía en Calera de Tango.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario