Para mi es normal salir a la calle y encontrar frutas y hierbas en medio de la ciudad (Santiago de Chile). Algunas personas me observan como querer decirme: “Prefiero comprar la fruta”.Entre otras observaciones que realizo del mundo social, es aquello que tiene relación de la comodidad del siglo XXI, muchas cosas las adquirimos de manera más fácil con tarjetas plásticas, con dinero de papel o papel moneda. Cuesta mucho más plantar, cuidar y cosechar frutas, salir a la calle a buscar frutas, al igual que hierbas.
Esta semana pude salir al campo y encontrarme con mucha fruta y hierbas a la mano; me dediqué a comerlas y sentir su aroma fresco y rico.
Entre las frutas encontradas, estaba la ciruela. Habían de las rojas y amarillas, muy carnosas y dulces. Ellas tienen la característica de regular el sistema digestivo, rica en vitamina E, un antiinflamatorio natural, rica como antioxidante, neutraliza los radicales libres.
La historia dice que las ciruelas eran para mantener la piel, es decir, capaz de evitar la vejez rápida de nuestra piel.
Además contiene vitamina A y B.
Como anécdota les comento que luego del desayuno y la once (ya había ingerido 20 ciruelas), me llegaba las ganas de dormir.
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