lunes, 22 de diciembre de 2008

¡Ding-dong!

En medio de la sociedad y cultura que vivimos (occidente y hemisferio sur), hemos crecido con un sonido que, cercano o lejano, siempre ha estado.
Para algunos tiene un sentido religioso, para otros un sentido holístico (forma parte del todo), para otros como instrumento musical que ayuda a una mejor audición.
Los elementos con los cuales son creadas las campanas son proporcionados por la madre tierra. Ese instrumento tiene varios beneficios:

a. Sirve para llamar la atención de una gran audiencia.
b. Limpia los ambientes enrarecidos.
c. Provoca sueños agradables y estando despiertos (concientes).
d. Relaja nuestras tensiones.
e. Rescata un sonido con el cual cada uno de nosotros ha nacido y te provoca relajo.

Más allá de alguna campana que suene en estos días para recordarnos Navidad, aprovéchala para uno de los beneficios anteriormente descritos.

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