miércoles, 10 de septiembre de 2008

Buen trato en el trabajo.

El día martes 9 de septiembre del presente año, tuve la grata posibilidad de asistir al Seminario “Buen trato laboral y su impacto en las relaciones de trabajo”, organizado por el sindicato de trabajadores de la Clínica Alemana de Santiago y el sindicato Salud de la Universidad Católica.
Luego de haber escuchado y observado las distintas exposiciones (nueve), escribo algunas reflexiones:
Hoy en Chile, hay empresas que se ocupan del trabajo y no del trabajador, hay aquellas que se ocupan de la eficiencia y no de la eficacia, hay aquellas que se ocupan de las ganancias y no del porcentaje a compartir con sus trabajadores.
Tanto a nivel del empresario, desde el macro al micro, como del trabajador, en cuanto personas, debieran dejar de lado la práctica del “preocuparse” (tema ya tratado anteriormente por mi persona en otro artículo): las preocupaciones están o debieran estar dejadas de lado, la preocupación altera a toda la persona y toda organización, en toda relación humana en el trabajo.
Más vale hoy ocuparse del buen trato que pasa por todos los campos del ser humano que, día a día, están sintiendo: físico, emocional, social, intelectual, afectivo y espiritual.
Resumiendo esta primera parte, hay que ocuparse del trabajador, del buen trato, de la eficacia y del compartir.
Todo esto ¿para qué?
Para que exista una equidad social, un bienestar, un crecimiento en conjunto del empresario como del trabajador. Ahora es el capital humano quien fortalece cualquier empresa.
Cosas concretas y actos concretos:
a) El 1 de septiembre de 2008, Monseñor Luis Infanti (Obispo de Aysén), presentó una carta pastoral, cuyo título dice “Danos hoy el agua de cada día” para que la sociedad tome conciencia clara del cuidado que debemos brindar al agua y los beneficios que ella trae consigo si la bebemos. En cada organización debiera existir libre acceso al agua (tiestos, refrigeradores, bidones con agua al alcance del trabajador) como también a los baños (hay trabajadores que tienen el baño cerca de ellos y no los pueden usar porque primero está la empresa o trabajo que se debe cumplir).
b) Una oficina o sala para el trabajador donde se le pueda brindar una atención en salud primaria (5 a 6 metros cuadrados por ejemplo) con atención personalizada y, si se requiere en grupo, que exista un salón o patio techado.
c) Recordar fechas importantes para la empresa y sus trabajadores, luego celebrarlas también.
d) Un espacio para el desarrollo espiritual, aunque sea pequeño.
e) El (la) trabajador(a) necesita otra cosa más que solo se le considere como número de la empresa. El (la) trabajador(a) debe estar haciendo propuestas para su empresa como también para sus colegas, pues es un ser pensante.
f) Con voluntad, inteligencia y libertad las relaciones mejoran y, por ende, se desarrollan los afectos.

No hay comentarios: