martes, 9 de octubre de 2007

¡Dar!

Todo ser humano no importando su origen, tiene mucho que dar a los demás, pues tiene muchas, pero muchas capacidades que desarrollar.
La palabra con la cual titulo este artículo, tiene varias acepciones.
En términos de salud física, DAR es un Dolor Abdominal Recurrente que ocurre frecuentemente en los niños de 5 a 10 años (Revista Chilena de Pediatría).
Siguiendo esta línea, son los niños a quienes su mundo adulto le dan feas o equivocadas experiencias que le provocan aquellos dolores molestos.
Otra acepción de la palabra DAR está relacionada con un centro de reeducación de adictos que hay en la comuna de Providencia y apuestan a que un adicto tiene cura www.hogaresdar.cl)
Daniel Carvallo, de origen boliviano, apuesta a que el DAR “es la acción mas noble y mas satisfactoria que uno puede encontrar en el camino de la vida...dar y recibir una sonrisa...dar y recibir un aplauso...dar y recibir un beso....dar y recibir un abrazo...yo estoy dispuesto a dar mi vida para DAR”.
En términos cristianos, en una carta de San Pablo a la comunidad cristiana de Roma, les escribe que “es el tiempo de la gracia, del DAR y darse de Dios” (Rom. 5,7).
Es muy interesante vivir este verbo, esta acción, esta gran posibilidad de seguir creciendo, pues dando una persona crece en interioridad, en intelectualidad, en espiritualidad, en cariño, en amor, etc.
Voy terminando este artículo con un proverbio que capturé en mi viaje a China el verano de 2006 (enero y febrero). Dice así: “Queda siempre un poco de perfume en las manos de quien ofrece rosas”.
Vamos a DAR para llenarnos de ricos aromas.
Fraternalmente.

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