Las primeras semanas que llevamos de temporada veraniega, han presentado temperaturas que bordean los 33 grados. Ello se siente más elevado cuando se habita en ciudades donde abunda el concreto y el asfalto.
Los riesgos que conlleva esta situación afectan a ancianos y niños (incluyendo bebés), pues cuesta observar si están o no deshidratados, situación importante para nuestro cuerpo.
Me parece que están equivocadas aquellas personas que utilizan los grifos para refrescar su ambiente social. No va por ahí el camino correcto de solución para no sentir las altas temperaturas.
Recojo la experiencia de algunos viajes realizados en años anteriores.
Uno de ellos fue a Egipto. Allí las personas usan ropas para evitar la arena y la temperatura alta; estuve en Brasil y aquí a plena sombra (38 a 40 grados Celsius) se bebe café; en Masada, sus habitantes usaban permanentemente aguas calientes, cuando en la realidad hay bastante calor (ese el lugar donde aparezco en la imagen superior en Febrero de 1999, en una excursión a Tierra Santa).
Cuando era niño, mi papá nos invitó a un restaurante ubicado en el aeropuerto internacional de Santiago. Era de noche y muy fresca. Al sentarnos, pidió un café helado. Nuestra respuesta fue: ¡Papá, hace frío!
La experiencia de él le indicaba que a frío aplicado al cuerpo, íbamos a sentir calor en un momento dado. Pasada la media hora, empezamos con mi hermana a sacarnos dos piezas de ropa cada uno.
En esta oportunidad, dedicaré estas líneas para proponer algunas conductas que debemos dominar, precisamente en temporada de verano y con calor, para sentir frescura en nuestro cuerpo.
Aquí algunas prácticas necesarias: 1. Alimentos frescos (ensaladas vegetales y de frutas).
2. Beber café de cebada con agua a punto de hervir.
3. Usar la ducha con agua tibia.
4. Beber mate con agua a punto de hervir.
5. Al no haber ducha, utilizar paños mojados con agua tibia y aplicar en varias partes del cuerpo (codos, detrás de las rodillas, en la parte cervical de la columna, en la frente).
6. Regar de preferencia en la noche o muy temprano en la mañana.
7. Usar ropa de algodón.
8. Si caminas por una calle u otro lugar con alta temperatura, respira con la boca cerrada para evitar la pérdida de líquido corporal.
9. Usar calzado con aberturas.
10. Utilizar abanicos.
Los riesgos que conlleva esta situación afectan a ancianos y niños (incluyendo bebés), pues cuesta observar si están o no deshidratados, situación importante para nuestro cuerpo.
Me parece que están equivocadas aquellas personas que utilizan los grifos para refrescar su ambiente social. No va por ahí el camino correcto de solución para no sentir las altas temperaturas.
Recojo la experiencia de algunos viajes realizados en años anteriores.
Uno de ellos fue a Egipto. Allí las personas usan ropas para evitar la arena y la temperatura alta; estuve en Brasil y aquí a plena sombra (38 a 40 grados Celsius) se bebe café; en Masada, sus habitantes usaban permanentemente aguas calientes, cuando en la realidad hay bastante calor (ese el lugar donde aparezco en la imagen superior en Febrero de 1999, en una excursión a Tierra Santa).
Cuando era niño, mi papá nos invitó a un restaurante ubicado en el aeropuerto internacional de Santiago. Era de noche y muy fresca. Al sentarnos, pidió un café helado. Nuestra respuesta fue: ¡Papá, hace frío!
La experiencia de él le indicaba que a frío aplicado al cuerpo, íbamos a sentir calor en un momento dado. Pasada la media hora, empezamos con mi hermana a sacarnos dos piezas de ropa cada uno.
En esta oportunidad, dedicaré estas líneas para proponer algunas conductas que debemos dominar, precisamente en temporada de verano y con calor, para sentir frescura en nuestro cuerpo.
Aquí algunas prácticas necesarias: 1. Alimentos frescos (ensaladas vegetales y de frutas).
2. Beber café de cebada con agua a punto de hervir.
3. Usar la ducha con agua tibia.
4. Beber mate con agua a punto de hervir.
5. Al no haber ducha, utilizar paños mojados con agua tibia y aplicar en varias partes del cuerpo (codos, detrás de las rodillas, en la parte cervical de la columna, en la frente).
6. Regar de preferencia en la noche o muy temprano en la mañana.
7. Usar ropa de algodón.
8. Si caminas por una calle u otro lugar con alta temperatura, respira con la boca cerrada para evitar la pérdida de líquido corporal.
9. Usar calzado con aberturas.
10. Utilizar abanicos.
Espero más sugerencias.
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