¡Qué rico es regar!

¿Cuántas veces te han invitado a regar un jardín, una huerta, una plazoleta?
Otra pregunta: ¿Le has dado las gracias a esa persona porque te invitó a auto-sanarte?
Cuando terminaba mi año de estudiante, uno de mis premios era viajar en el verano al campo, a la provincia de Cauquenes, Séptima región de Chile.
Allí me iba a visitar a mis abuelas. En el patio de una de ellas, con mi hermana nos dedicábamos a hacer hoyitos en la tierra y colocar agua para fabricar barro; el juego era rebonito para nosotros, pero a mi abuela no le gustaba y decía: “Déjense de hacer esas cosas porque va a llover y no van a poder jugar en el patio”. Como lo decía ella, era ley para nosotros.
En cambio iba donde mi otra abuela, que lavaba ropa de sus vecinos, y me dejaba jugar con agua, con barro, saltar y reír. Es verdad que terminaba “cansado”, pero me sentía muy bien al terminar el día.
Ese efecto que producía en mi persona (cansancio) era una necesidad física satisfecha, la naturaleza me indicaba que debía hacerlo.
Hago esta introducción pues es tan verídico todo esto que, cada vez que me invitan a regar, les doy las gracias. El rostro de esa persona se muestra sorprendido porque tampoco sabe que me está ayudando a sanar de algo que tengo.
En nuestro entorno, existen muchos iones positivos y negativos.
En esta oportunidad, le daré la importancia que tiene la presencia de los negativos en nuestra vida diaria.
Los iones negativos los encontramos justamente cuando vamos a regar el jardín.
Tome la manguera, largue el agua en forma de brisa, llovizna, lluvia finísima y allí comenzará a producir estos tan benéficos iones negativos. ¿Cuáles por ejemplo?
Se alivia de problemas respiratorios, disminuye la agresividad, baja la ansiedad, se produce un efecto analgésico (adiós pastillas para el dolor de cabeza), rejuvenece de manera mental y física, etc.
Al formar aquella llovizna mientras está regando su patio o plazoleta, se liberan muchos electrones, permitiendo beneficios a su salud emocional, física y mental, entre otros.
Entonces ya sabe cual será su respuesta cuando le inviten a regar.
Vamos que se puede, todo se presenta al alcance de su mano; usted se puede estar mejorando a diario.