Este es el lema con el cual se desarrollan los XV Juegos Panamericanos Río 2007.
Es un lema que invita a considerar el poder que se manifiesta la energía a través del agua, el sol y nosotros.
Esta es una de las tantas veces que escribo sobre el poder que entrega el agua, el bien que produce, lo que debemos cuidarla hoy. ¡El agua es un bien escaso ya!
Tengo una sobrina con problemas respiratorios esta semana su edad es de ocho años y le indiqué uno de estos días que iba a beber cuatro vasos de agua cocida con cáscaras y hojas de limón, con cáscaras de naranjas y con cáscaras de manzanas verdes, además de unos trocitos de ella. Su rostro fue de sorprendida porque manifestó que era mucho agua de la cual beber y le respondí: “Cuando vayas a la playa, mira las olas como van golpeando las rocas, de aquello resultan los granos de arena que tu ves en la orilla cuando te bañas. Ahora ese mismo efecto ocurrirá en tu interior cuando el agua ingrese a tu organismo, acarreará todas las impurezas y serán sacadas por el efecto del agua”. Ella manifestó: “guau tío, qué interesante”. Después le contó a su mamá la experiencia que había recibido con el agua. El agua trae una energía poderosa.
Vamos con el sol ahora.
Más que comentar sobre el, prefiero indicarles a ustedes lo interesante que es salir a caminar en días despejados, a eso de las ocho de la mañana, a recibir los rayos luminosos del astro rey y en las tardes, a eso de las 17 horas. Aprovechamos de caminar, de mirar el entorno nuestro y meditar ese momento vivido en contacto con el sol.
Se renuevan algunas células, se producen cambios físico-químicos en nuestro interior y desarrollamos ejercicios, evitando el sedentarismo. El sol nos entrega energía y nos permite movernos.
Nosotros somos portadores de energía. La conseguimos por lo que bebimos, comemos y respiramos. El sol por su parte también nos nutre.
Así vamos cada día recibiendo y entregando energías sin a veces darnos cuenta. Por lo tanto, te invito a entregar esa energía a los que te rodean. Como buen reikista lo aprovecho de entregar a aquellos que me rodean día a día. Logramos equilibrio en lo emocional, espiritual, intelectual, físico y social.
Es un lema que invita a considerar el poder que se manifiesta la energía a través del agua, el sol y nosotros.
Esta es una de las tantas veces que escribo sobre el poder que entrega el agua, el bien que produce, lo que debemos cuidarla hoy. ¡El agua es un bien escaso ya!
Tengo una sobrina con problemas respiratorios esta semana su edad es de ocho años y le indiqué uno de estos días que iba a beber cuatro vasos de agua cocida con cáscaras y hojas de limón, con cáscaras de naranjas y con cáscaras de manzanas verdes, además de unos trocitos de ella. Su rostro fue de sorprendida porque manifestó que era mucho agua de la cual beber y le respondí: “Cuando vayas a la playa, mira las olas como van golpeando las rocas, de aquello resultan los granos de arena que tu ves en la orilla cuando te bañas. Ahora ese mismo efecto ocurrirá en tu interior cuando el agua ingrese a tu organismo, acarreará todas las impurezas y serán sacadas por el efecto del agua”. Ella manifestó: “guau tío, qué interesante”. Después le contó a su mamá la experiencia que había recibido con el agua. El agua trae una energía poderosa.
Vamos con el sol ahora.
Más que comentar sobre el, prefiero indicarles a ustedes lo interesante que es salir a caminar en días despejados, a eso de las ocho de la mañana, a recibir los rayos luminosos del astro rey y en las tardes, a eso de las 17 horas. Aprovechamos de caminar, de mirar el entorno nuestro y meditar ese momento vivido en contacto con el sol.
Se renuevan algunas células, se producen cambios físico-químicos en nuestro interior y desarrollamos ejercicios, evitando el sedentarismo. El sol nos entrega energía y nos permite movernos.
Nosotros somos portadores de energía. La conseguimos por lo que bebimos, comemos y respiramos. El sol por su parte también nos nutre.
Así vamos cada día recibiendo y entregando energías sin a veces darnos cuenta. Por lo tanto, te invito a entregar esa energía a los que te rodean. Como buen reikista lo aprovecho de entregar a aquellos que me rodean día a día. Logramos equilibrio en lo emocional, espiritual, intelectual, físico y social.
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