Tras una invitación realizada por la Universidad Diego Portales para presenciar una charla dada por el Profesor Magíster Internacional en Comunicación de dicha casa de estudios y de la Universidad Pompeu Fabra, Francia, don Antonio Ruiz Va, con el tema “La comunicación como elemento determinante del contrato emocional para gestionar las personas en las organizaciones”, presentó varios conceptos y ejemplos para un mejor rendimiento en el interior de una organización. Entre ellos nos habló de conocimiento y emoción.
Me dediqué a buscar elementos que me alimentaran lo que escuché aquella tarde más la experiencia personal y profesional, esta vez detallaré algunas cosas que están relacionadas y propongo unos ejercicios para poner en práctica tales conceptos para sacar provecho de manera social, intelectual y emocional.
El conocimiento es una serie de datos que se guardan en nuestro cerebro y que llegan a través de varias fuentes visibles e invisibles. El conocimiento ha sido muy apreciado desde antiguo y es predominante en la cultura occidental. Hoy los padres desean tener a sus hijos en colegios donde predomina la adquisición de conocimientos y les planteo algo relacionado al aprendizaje a través de los sentimientos y ¡abren los ojos! porque no les parece adecuado. Además se entiende, según ellos, que eso solo se vive en el interior de la familia.
Existe a nivel mundial la idea de que aquellos hombres, organizaciones, poderes políticos que poseen ideas fuertes, pensamientos y conceptos potentes tienen en sí un poder especial, un poder que les permite avanzar con propiedad ante aquellos que no lo tienen. Diría que se conoce también como “poder del conocimiento”.
Diana Maffia recuerda a De Sousa que plantea lo siguiente: “las emociones dan marco a nuestras decisiones de dos maneras importantes:1) Definen los parámetros tomados en cuenta en cualquier deliberación particular.
2) En el proceso de deliberación racional mismo, dejan sobresalir sólo una minúscula proporción de las alternativas disponibles y de los hechos relevantes concebibles.
Así las emociones serían importantes para la racionalidad, porque rebajan a una medida manejable el número de consideraciones relevantes para la deliberación racional.
El papel de la emoción es el suplementar la insuficiencia de la razón. […] Durante un tiempo variable, pero siempre limitado, una emoción limita la cantidad de información que el organismo va a tener en cuenta, las interferencias […] y el conjunto de opciones relevantes de entre las que va a escoger” (De Sousa, 1987: 195).
Ronald de Sousa sostiene que las emociones fomentan la conducta racional en situaciones de indeterminación”.
Los estudiantes pueden tener mejor aprendizaje si comienzan un conocer a través de la emoción que sienten con un hecho que viven.
Si dialogamos con los ancianos o adultos ascendentes, presentan recuerdos agradables o de los otros muy nítidos; lloran o ríen con facilidad; presentan los hechos con detalles precisos.
Si estos dos grandes elementos los consideramos para nuestro trabajo, en nuestra familia, en las organizaciones, estoy seguro que pueden sucederse cambios positivos en el interior de cada uno de ellos.
Dados estos datos, les propongo que practiquen ustedes a través de algunos de los siguientes ejercicios o aplique la técnica: conocimiento - emoción – ejercicio.
Primer ejemplo.
Emoción: ¡Qué bonita la casa de campo!
Conocimiento: Es una casona construida en el siglo XIX, de la familia paterna, ocurrieron dos hechos importantes para la familia.
Ejercicio: Mejorar su decoración; realizar el árbol genealógico de la familia; restaurar fotografías familiares; realizar una reunión familiar en la casona.
Segundo ejemplo.
Emoción: ¡Me causa rabia mi hermano!
Conocimiento: Es una persona que tuvo problemas al nacer, tuvo dos problemas tristes en su vida, le gusta recibir dinero más que cariño.
Ejercicio: Edad que tiene aquella persona; cómo fue el parto de su mamá cuando nació él; indagar experiencias alegres que ha vivido su hermano; realizarle gestos de cariño.
Tercer ejemplo.
Emoción: ¡Me da vergüenza mi cuerpo!
Conocimiento: Tiene sobrepeso y una cicatriz, le gustan los animales, es hijo(a) único(a).
Ejercicio: Caminar cuarenta cuadras diarias; beber más de dos litros de agua diarios; comer sus cuatro comidas diarias; tener una mascota, y leer varias veces la siguiente poesía de nombre “Cariño”:
Mírate con cariño para que otros te vean con cariño.
Háblate con cariño para que otros te hablen con cariño.
Trátate con cariño para que otros te traten con cariño.
Tócate con cariño y otros te tocarán con cariño.
Camina con cariño y otros caminarán contigo con cariño.
Que tu piel entregue cariño y otros te regalarán cariño.
Inspira aires de cariño y expirarás aires de cariño.
Piensa con cariño y recibirás reflexiones con cariño.
Anida en tu espíritu cariño y de inmediato irradiarás cariño.
Esto es para ti con cariño y yo ya recibí tu cariño.
Autor: Jaime Enrique Sepúlveda.
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