miércoles, 21 de noviembre de 2007
martes, 20 de noviembre de 2007
jueves, 8 de noviembre de 2007
Mis manos en Israel.
Es normal en cada viaje que realizo, andar con mi bandera. Claro que, me la han querido quitar pues no era el lugar indicado para sacarse fotos con banderas (2001 - Partenón - Atenas-Grecia.
Esta vez estoy en la ciudad antigua de Jerusalén, haciendo el "Vía Crucis" o el "Camino de la Cruz".
Una experiencia que ahora está dando frutos con aquellos que tengo la posibilidad de estrechar mis manos, abrazar con mis brazos.
Esta vez estoy en la ciudad antigua de Jerusalén, haciendo el "Vía Crucis" o el "Camino de la Cruz".
Una experiencia que ahora está dando frutos con aquellos que tengo la posibilidad de estrechar mis manos, abrazar con mis brazos.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Mis manos.
La persona que están observando a su derecha, está trabajando con sus manos. Antes, eso sí, debió observarla con sus manos, además de sus ojos.En la búsqueda de información, antes de publicar aquí, me encontré con una mujer ciega, que escribió su experiencia sin la visión de sus ojos. Ella se llama Amanda Stine y escribió:
" Mis manos son…
Mis Oídos, Mis Ojos, Mi Voz, Mi Corazón.
Expresan mis deseos, lo que necesito
Son la luz que me guía en las tinieblas
Ahora son libres
Ya no están atadas a un mundo de visión y audición
Son libres
Me guían suavemente
Con mis manos yo canto
Canto tan alto que me escuchan los sordos
Canto tan claro que me ven los ciegos
Son mi libertad de un mundo oscuro y silencioso
Son mi ventana a la vida
A través de ellas puedo verdaderamente ver y oír
Puedo sentir el sol en el cielo azul
La alegría de la música y la risa
La suavidad de una leve lluvia
La aspereza de la lengua de un perro
Son mi llave del mundo
Mis Oídos, Mis Ojos, Mi Voz…
Mi Corazón
Ellas son yo
viernes, 2 de noviembre de 2007
Creador de la biodanza.
Aprovechando la posibilidad de escuchar y ver en el Cuarto Congreso Internacional de Medicinas Complementarias, comprobé que la maestría es tema encarnado y no de buscarlo a través de cursos o títulos. Tal es el caso de don Rolando Toro, con su estatura baja, pelo canoso, sonrisa sincera, se plantó en el centro del escenario y comenzó a comentar sus experiencias que ha tenido durante 40 años.
Él solo observó una realidad en el psiquiátrico y comenzó a practicarlo. Así nació la biodanza.
Desde este pequeño espacio virtual, mi reconocimiento a este chileno que aporta a la sanidad mental, corporal y espiritual.
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